Verdad central: Los
cristianos tienen el privilegio y la responsabilidad de hablarles del evangelio
a los inconverso.
Texto áureo: Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mateo 28:19).
Trasfondo bíblico:
(Mateo 2 8:1-20)
Bosquejo
I. Proclame al
Cristo vivo
A. Cristo ha resucitado
B. Cristo vive
II. La oposición del mundo
A. Resurrección revelada
B. Resurrección rechazada
III. Id por todo el mundo
A. Frente a la duda
B. Reaccionemos con acción
Objetivo
Entender y aceptar la orden de Cristo de predicarle el evangelio al mundo
entero.
Introducción
Mientras estaban en el instituto bíblico, Samuel y Berta sintieron el
llamado de Dios a la obra misionera en un país del Oriente Medio. A pesar del
peligro, sentían pasión por predicar el evangelio. Inmediatamente después de la
graduación, salieron para ese país a fin de cumplir el plan de Dios para su
vida. Durante seis meses, se esforzaron por hablarles del evangelio a los
perdidos. Luego, mientras servían a Cristo en un pueblo pequeño y apartado,
quedaron atrapados en medio de un violento golpe militar. Trágicamente, fueron
asesinados.
Es probable que ninguno de nosotros será mártir. Sin embargo, nuestra
devoción a Cristo debe hacer que entreguemos nuestra vida como sacrificio vivo
a la causa de Cristo. Esa fe debe llevarnos a proclamar el mensaje de que el
perdón del pecado y una vida nueva están al alcance de todos.
Comentario Bíblico
I. Proclame al Cristo vivo (Mateo 28:1-7)
A. Cristo ha resucitado
El domingo por la mañana después de la crucifixión de Cristo, María
Magdalena y María, la madre de Jacobo y de José, fueron al sepulcro de Jesús.
Iban a ungir el cuerpo de Jesús como una obra de amor y devoción (Mateo 28:1;
Marcos 16:1). Lo que hallaron les dio miedo al principio, pero pronto su miedo
se volvió gran gozo.
Antes que esas mujeres llegaran al sepulcro, había ocurrido un terremoto y
el ángel del Señor había quitado la piedra que sellaba el sepulcro. Aterrados
por el terremoto, y también por la refulgencia celestial del ángel, los guardas
"se quedaron como muertos" (Mateo 28:2-4).
Cuando las mujeres se acercaron al sepulcro, vieron al ángel sentado en la piedra,
y tuvieron miedo. El ángel calmó rápidamente sus temores. El versículo 5
pudiera traducirse "No tengan también miedo [al igual que los
guardas]". ¿Por qué pudo decirles eso el ángel a las mujeres? El versículo
6 da la respuesta: porque el que había sido crucificado ya no estaba en el
sepulcro. Lo que había sido motivo de horror para los guardas romanos les
produjo inmenso regocijo a las mujeres. Jesucristo había resucitado de los
muertos, tal como había profetizado.
El ángel tenía una tarea para esas mujeres. Debían ir a darles la gran
noticia a los discípulos (v. 7).
Pregunta: ¿Qué
mensaje debían darles a los discípulos las mujeres?
Las mujeres debían anunciar que Jesús "ha resucitado de los
muertos". Esa orden prefigura la orden de Cristo mismo en la Gran Comisión
más adelante en el mismo capítulo. En definitiva, es la piedra angular de
nuestro mensaje para el mundo.
Pregunta: ¿Por qué es
la resurrección de Cristo el fundamento de nuestra fe?
Cuando celebramos la resurrección de Cristo, celebramos más que el simple
milagro de que Dios resucitara a un hombre de los muertos. La resurrección de
Cristo es el fundamento de nuestra salvación. Es la señal irrefutable de que el
plan de Dios para la salvación del género humano se ha realizado por medio de Cristo.
Si Jesús no hubiera resucitado de los muertos, es "vana" nuestra fe
(1 Corintios 15:14).
Hoy nuestro mensaje para un mundo perdido debe ser que Jesucristo ha
resucitado de los muertos. Sólo Él puede salvarnos de nuestros pecados y darnos
la esperanza de vida eterna.
B. Cristo vive
Las mujeres salieron del sepulcro con "temor y gran gozo" (Mateo
28:8). Sabían sin duda que era cierta la resurrección de Cristo.Mientras iban a
contarles a los discípulos, las mujeres se encontraron con Jesús (v. 9).
Pregunta: ¿Por qué
era importante para las mujeres encontrarse con Jesús después de su
resurrección?
Este y otros encuentros personales entre Cristo y sus discípulos
proporcionan demostración histórica de su resurrección. La reunión en el
versículo 9 es sólo una de varias reuniones como esa.
Pregunta: ¿Cómo
podemos probar que Jesucristo resucitó de los muertos?
Hay abundantes pruebas bíblicas de la resurrección de Cristo. Pero también
la prueba es personal. Mostramos la realidad que su resurrección mediante el
cambio que tuvo lugar en nuestra vida cuando aceptamos a Cristo como nuestro
Salvador. Quienes nos rodean pueden llegar a comprender que Jesucristo vive
cuando lo ven viviendo en nosotros.
Cuando Cristo vino, también mostró interés por los demás. Cuando se
encontró con las mujeres, notó su miedo y lo calmó (v. 10). Entonces repitió la
orden que el ángel les había dado a esas mujeres, que les dijeran a sus
discípulos que se encontraran con Él en Galilea.
Los creyentes proclamamos el mensaje de un Cristo vivo. Pero Él es mucho
más que eso. Es un Señor amoroso que quiere relacionarse personalmente con
aquellos por quienes murió para salvarlos. Este es el Cristo del que le
hablamos a un mundo perdido y moribundo
II. La oposición del mundo (Mateo 28:11)
A. Resurrección revelada
Aunque no se sabe cuánto tiempo estuvieron inconscientes los soldados, lo
primero que hicieron al recobrarse fue entrar corriendo en la ciudad. Allí les
informaron a los principales sacerdotes todo lo que habían visto (Mateo 28:11).
No sabemos con certeza cuánto vieron antes de desmayarse. Pero podemos estar
seguros de que al menos sintieron el gran terremoto y tal vez vieran al ángel.
Se reveló la resurrección de Cristo no sólo para sus discípulos sino
también para sus enemigos. Aunque quienes lo amaban recibieron la noticia con
gozo, sus enemigos reaccionaron de modo muy distinto.
B. Resurrección rechazada
Pregunta: ¿Cómo
esperaría usted que reaccionaran los soldados y los principales sacerdotes ante
la resurrección de Cristo?
Los principales sacerdotes sabían que Jesús había profetizado su
resurrección, de modo que ordenaron que se sellara y vigilara el sepulcro
(Mateo 27:62-66). Se pudiera pensar que después de su resurrección ellos
habrían estado convencidos de que Jesús era el Mesías y habrían deseado
servirle. Después de todo su resurrección demostró que era quien afirmaba ser.
Pero no resultó así porque los principales sacerdotes inventaron una
historia para explicar la resurrección de Cristo (28:12-14). Les ordenaron a
los guardas que dijeran que los discípulos habían robado el cuerpo de Cristo
mientras dormían. Sin embargo, un análisis más profundo de la situación muestra
cuán increíble habría sido esa historia.
En primer lugar, el
quedarse dormido mientras estaba de guardia era un pecado capital para un
soldado romano. Por eso los principales sacerdotes sobornaron a los guardas con
gran suma de dinero, y les prometieron hacer lo que fuera necesario para que no
tuvieran problemas con Pilato (vv. 12,14).
En segundo lugar, el
relato de los guardas era contradictorio. Si hubieran estado dormidos, no
pudieron haber sabido que los discípulos habían robado el cuerpo de Cristo.
Además, los habría despertado el ruido que los discípulos hubieran hecho
empujando la piedra. Los guardas habrían arrestado de inmediato a los
discípulos.
En tercer lugar.
Marcos 14:50 revela que todos los discípulos habían abandonado a Jesús cuando
lo prendieron. Asustados y desalentados, no habrían tratado de robar el cuerpo.
Los guardas y los principales sacerdotes sabían la verdad: Jesucristo había
resucitado de los muertos. Pero frente a la clara e irrefutable evidencia,
negaron la verdad y trataron de encubrirla.
Lamentablemente, sus mentiras siguieron persistiendo (Mateo 28:15). En
realidad, hoy continúa la oposición a Cristo y su resurrección. Como creyentes,
podemos esperar que quienes no quieren someterse al señorío de Cristo nieguen
su resurrección.
Pregunta: ¿De qué
formas rechazan hoy las personas la verdad de la resurrección de Cristo?
Algunas personas rechazan la verdad de la resurrección de Cristo por
diversas razones. Unas afirman que "Jesús fue sencillamente un hombre
bueno" o " En realidad no resucitó en forma corporal. Sólo resucitó
su espíritu". Otros dicen: "Si es cierta la resurrección de Cristo, ¿por
que no hace algo en cuanto al mal que hay en el mundo?" O dicen:
"Todas las religiones tienen mérito; es arrogante que los cristianos
afirmen que Jesucristo es el único camino de salvación."
Nuestro mensaje de un Cristo vivo siempre tendrá oposición en este mundo.
Pero se nos manda que lo proclamemos. ¿Por qué? Porque, por muy endurecido que
el mundo esté, el mensaje del evangelio puede seguir dando salvación a la
humanidad perdida. Jesús sabía que tendríamos oposición, pero nos ordenó que le
predicáramos el evangelio a todo el mundo.
III. Id por todo el mundo: (Mateo 28:16,17)
A. Frente a la duda
A diferencia del engaño de los guardas y los principales sacerdotes, los
discípulos obedecieron las órdenes que Jesús les había dado a las mujeres y
fueron a Galilea a encontrarse con Jesús.
Cuando vieron a Jesús, lo adoraron. No sólo reconocieron a Jesús, sino que
creyeron que Él había resucitado de los muertos (v. 17). Pero la fe estaba
mezclada con la duda en aquel grupo.
Pregunta: ¿Por qué
cree usted que algunos dudaron, aun después de ver a Cristo cara a cara?
Esa reacción de duda no fue una situación aislada (Lucas 24:36-43; Juan
20:25). Nos preguntamos por qué los discípulos dudaron de que Jesús había
resucitado de los muertos, sobre todo si Él había profetizado su muerte y su
resurrección. Tal vez una minuciosa investigación nos ayude a entender sus
sentimientos.
A pesar de las profecías de Jesús, su resurrección tomó de sorpresa a los
discípulos. Lucas 24:41 describe su reacción como de "gozo". El que
no entendieran sus profecías y el plan de salvación de Dios además de su
aflicción y desesperanza después de su muerte, provocaron su duda.
Pregunta: Como
creyentes en Cristo, ¿cómo resolvemos las dudas?
A menudo los discípulos sintieron que su fe era débil (Marcos 14:50; Lucas
22:34). La resurrección de Cristo no los transformó de inmediato en gigantes
espirituales. Pero obedecieron su orden y se acercaron a Él.
De igual manera, podemos presentarle a Jesucristo nuestras luchas. Con gran
compasión Él nos ayudará durante esos tiempos difíciles (véase Lucas 7:18-23).
Aunque no comprendamos todo lo que nos sucede, el amor y el poder de Cristo nos
ayudarán a afrontar las luchas espirituales en nuestra vida y a pesar de
nuestras luchas, Dios puede usarnos para que hagamos discípulos.
B. Reaccionemos con
acción
Pregunta: ¿Cuál fue
el mensaje de Jesús para sus discípulos? (Mateo 28:18-20)
Jesús no censuró la deslealtad ni la duda de sus discípulos. Más bien les
dio —a ellos y a todos los creyentes— una tarea: predicarle al mundo el
evangelio. Eso puede lograrse únicamente gracias a la autoridad y a la
soberanía de Cristo (v. 18).
Es sólo con su autoridad que el pueblo de Dios emprende esa misión. Cuando
afrontamos luchas y oposición, es un consuelo saber que nos respaldan el poder
y la autoridad del cielo.
La tarea de Jesucristo es clara; debemos ir por todo el mundo (v. 19). No
es suficiente dar aprobación mental a la orden de Jesucristo; debemos
obedecerla. Ese "ir" incluye el ir más allá de las fronteras para
predicarles el evangelio a los perdidos.
Pregunta: ¿Cuál es la
responsabilidad de la iglesia hacia los que aceptan a Cristo como su Salvador?
El verbo principal en el versículo 19 no es "id", sino
"haced discípulos". El énfasis primordial de la Gran Comisión es
sobre la enseñanza y formación de los nuevos creyentes.
Aunque debemos proclamar el mensaje salvador del evangelio, también debemos
enseñarles a obedecer los mandamientos de Dios. Se presenta esa enseñanza en
muchas formas: discipulado de grupos, relaciones con otros creyentes y el
estudio diario de la Palabra de Dios.
Pregunta: ¿Por qué
podemos cumplir la Gran Comisión?
Jesús terminó su orden con una promesa admirable (v. 20). Podemos obedecer
la Gran Comisión porque no estamos solos. Cuando llegan las pruebas allí está
Él. Cuando se nos opone el mundo Él está de nuestra parte. Él no nos ha dejado
para que luchemos solos. Podemos participar en la Gran Comisión y ver las vidas
transformadas milagrosamente porque Cristo está con nosotros ahora, y estará
con nosotros hasta que vuelva por su Iglesia.
Pregunta: Basándome
en las capacidades que Dios me ha dado, ¿cuál es una forma en que puedo ayudar
a cumplir la Gran Comisión?
Aplicación
La orden de Cristo es clara: Debemos cruzar fronteras sociales, económicas
y espirituales para llegar a las personas y hacer discípulos. No es optativa la
obediencia a ese mandato; no podemos pasarla por alto. También debemos
comprender que el obedecer la orden de Cristo implica considerable entrega por
parte de todo creyente.
El hacer discípulos es un proceso de toda la vida. Primero debemos ser
discípulos nosotros mismos. Eso implica crecimiento personal en nuestra
relación con Cristo. Pase tiempo cada día con Dios mediante la oración y el
estudio bíblico. Haga amistad con creyentes de experiencia que lo alienten y lo
estimulen en su fe cristiana. A medida que usted crezca en Cristo será más
eficiente en ganar y discipular a otros.
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